La capital de Alemania tiene mucho para ofrecer al turista, pero
cuando se viaja con los más pequeños, las visitas cambian. Ideas para
disfrutar en un viaje con chicos
Berlín es una ciudad apasionante, con mucho por ver y recorrer. Sin embargo, si uno viaja con niños debe tenerse en cuenta que su interés por ver monumentos o pasear por museos, no será el mismo que el de un adulto.
Los niños necesitan moverse, correr y divertirse. La capital alemana ofrece muchas opciones para disfrutar de un paseo único y educativo con los más pequeños de la familia.
Museos para niños en Berlín
Los museos
suelen aburrir a los niños con su prohibición de tocar los objetos y la
imposición del silencio. Algunos museos de la ciudad teutona están
íntegramente preparados para los niños, donde lo prohibido “es no tocar”
y “no participar”.
Una de las opciones más interesantes es el Machmit Museum, un museo
enteramente participativo, donde los niños disfrutan recorriendo un
inmenso laberinto, contemplando las exposiciones temáticas o
expresándose en alguno de sus múltiples talleres. Lecturas, juegos y
pintura también forman parte de la experiencia.
La exposición permanente
cuenta con una pared de escalar, un laberinto, una sala de espejos
transitable, un museo-imprenta, un laboratorio artístico, una tienda de
jabones y para los más pequeños, un cuarto para andar gateando.
Si la intención es que los niños se diviertan e incorporen nuevos
conocimientos, el Deutsches Technikmuseum (Museo de Técnica) cumple con
todos los requisitos. En él se desarrollan experimentos de física,
química o percepción. Las exposiciones enseñan sobre métodos de
comunicación, navegación, aeronáutica y mucho más.
Si participar de los experimentos les divierte, les encantará conocer a
los robots del Museo de Comunicaciones (Museum für Kommunikation)
quienes los saludarán al entrar, y sumergirse en la historia y
actualidad de la sociedad de la comunicación.
En las afueras de Berlín, se encuentra el Kindermuseum in Fez. Sus
exposiciones versan sobre temas de la vida cotidiana como el respeto en
la familia o qué es la muerte y también abordan temas históricos, como
qué era la RDA. Altamente educativo, es muy recomendable para visitar
con niños curiosos y ávidos de preguntar y recibir respuestas.
Zoológicos y acuarios en Berlín
Los animales siempre atraen la atención de los niños. Luego de visitar
la Puerta de Brandemburgo, pueden recorrer el Zoológico de Berlín. Una de sus grandes
atracciones es la piscina de los hipopótamos, donde se puede observar a
estas criaturas nadando a gusto.
Para los amantes de los animales marinos, Aquadom & Sea Life
es el paseo ideal y tan sólo a escasos metros de Alexander Platz. La
atracción más curiosa es el Aquadom, un acuario cilíndrico de 25 metros
de altura donde conviven 2600 peces de más de 50 especies diferentes y
que posee un elevador interior para “sumergirse” en el mundo marino.
Además, se podrá descubrir a las tortugas marinas, los dragones y muchas
otras especies que forman parte de la exhibición permanente del acuario
Sea Life.
Para aquellos niños (y adultos) que gustan de interactuar con animales,
la Granja del Parque Görlitzer (Kinderbauernhof im Görlitzer Park) será
una experiencia inolvidable. Allí pueden alimentar y acariciar a una
gran cantidad de animales de granja, mientras aprenden sobre la
responsabilidad de tener un animal a cargo.
Actividades al aire libre en familia
Cuando los niños no aguanten más los recorridos de museos y la energía
sea ya incontrolable, llega el momento del Tiergarten, un inmenso parque
donde podrán correr sin problemas.
Otra buena opción, si no se quiere dejar de pasear por la ciudad, es
subir a alguno de los barcos que la recorren por el río Spree.
¿Qué hacer con niños en Berlín?
La construcción con legos suele ser una de las actividades
preferidas de los más pequeños. En Potsdammer Platz se encuentra
Legoland, una réplica de la ciudad de Berlín en miniatura y construida
con legos. Además de conocer la mini capital, se puede visitar el
castillo del dragón, hacer una intrigante expedición por la jungla o
disfrutar del cine 4D, entre otras actividades.
Sólo para los más valientes es aconsejable la visita al Gabinete del
Horror (Berliner Gruselkabinett), un búnker antiaéreo de la Segunda
Guerra Mundial. Asimismo es posible visitar la casa de los fantasmas y
el gabinete sobre la historia de la medicina, ambos funcionan en el
mismo sitio.
Los más golosos también tienen un lugar especial: Bonbonmacherei, una
tienda repleta de dulces realizados con tradicionales recetas alemanas.
Como se puede apreciar, Berlín
es una ciudad llena de actividades para los más pequeños. Pasear en
familia por la capital alemana será una experiencia realmente mágica.
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