Se acerca el receso de verano y con ello, la necesidad de buscar actividades que diviertan a los niños mientras los padres continúan trabajando. Los campamentos de verano pueden ser la opción ideal ya que engloban actividades ociosas, deportivas y formativas.
Las vacaciones de los niños son una buena excusa para iniciarlos en nuevas actividades, desarrollar habilidades y fomentar la independencia y el crecimiento personal. En este sentido, los campamentos pueden ser un gran aliado. A continuación se presentan algunas razones por las cuales vale la pena enviar a un chico a un campamento infantil.
Los campamentos fomentan la independencia
La separación momentánea de los niños y los padres, sobre todo en los campamentos residenciales o de larga duración, permite que los pequeños desarrollen su propia independencia. Si bien los monitores ocupan el lugar de los padres como autoridad, los pequeños aprenden a tomar pequeñas decisiones por sí mismos.Esta nueva independencia, a su vez, reafirma la autoestima cada vez que una elección da por resultado un premio o un reconocimiento por parte de los adultos. Separarse de los hijos durante una o varias semanas puede ser difícil tanto para ellos como para los padres, pero a largo plazo puede beneficiar al crecimiento de la criatura.
Beneficios de los campamentos: incorporación de nuevas habilidades
Existen campamentos de verano para cada estilo y deseo: deportivos, multideportes, de inglés, de música o de teatro. Las opciones se multiplican año tras año permitiendo que los niños aprendan nuevas habilidades.
Las vacaciones pueden ser el momento perfecto para desarrollar alguna actividad que durante el año, por falta de tiempo o dinero, se vio relegada. Además, continuar aprendiendo durante el receso escolar mantendrá activa la curiosidad infantil y el ritmo de estudio, haciendo más suave la transición de la vuelta a clases llegado el momento.
Los valores y los campamentos de verano
En este sentido, los campamentos actúan de manera similar al colegio, fomentando la incorporación de valores tales como el compañerismo y la tolerancia. La gran mayoría de los juegos y trabajos que realizan los chicos en los campamentos están enfocados en compartir y trabajar en equipo.
Las enseñanzas de estas actividades se ven reforzadas por la convivencia. Al vivir durante días con otros niños, con otras costumbres e incluso, de otros países en algunos casos, los chicos aprenden a aceptar las diferencias y a respetarlas.
Nuevos amigos en los campamentos de verano
El tiempo compartido entre los niños durante las actividades del campamento puede forjar entre ellos relaciones amistosas. Conocer a nuevas personas, diferentes a uno, amplía los conocimientos y “abre la cabeza”. Tener amigos fuera del colegio es una oportunidad para sumergirse en otras realidades y aprender a alimentar una amistad fuera del contacto cotidiano que se tiene en la escuela.
Campamentos infantiles y cuidado de la naturaleza
Quizás una de las principales ventajas de los campamentos para niños es el fomento del cuidado del medio ambiente. A través de actividades varias y excursiones, los niños aprenden por qué es necesario proteger a los animales y a las plantas así como los recursos naturales.
No es de sorprender que al volver del campamento el pequeño se encargue de informar a sus padres sobre la necesidad de cuidar el agua, sin malgastar, o se empeñen en reciclar todo tipo de residuos.
Sin dudas, los campamentos infantiles son una buena opción para entretener a los niños durante las vacaciones de verano a la vez que se incorporan nuevos conocimientos y se refuerzan los valores inculcados en el hogar.
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