viernes, 16 de marzo de 2012

Diez lugares para visitar en Dresden

Un viaje a través de los sitios más bellos de Dresde, una polis marcada por la historia y la arquitectura. Turismo en una de las ciudades más interesantes de Alemania
 
Dresde, o Dresden en alemán, es una encantadora ciudad de la región de Sajonia (Alemania). Su interesante pasado, la belleza de su paisaje urbano y la riqueza de sus monumentos la convierten en un destino ideal para los amantes del arte y la historia. Destruida casi por completo durante los bombardeos de finales de la Segunda Guerra Mundial, resurgió de sus cenizas reconstruyendo todas las deslumbrantes obras arquitectónicas que fueron consumidas por la tormenta de fuego que provocaron las bombas aliadas. 

En la actualidad, no quedan rastros visibles de este triste capítulo de su historia. Dresden es una ciudad deslumbrante, con armónicas construcciones y un precioso paisaje. Sin embargo, las huellas de la guerra están aún presentes en la memoria de sus ciudadanos y en las casas de souvenirs donde se pueden adquirir postales con la imagen de la ciudad devastada.  

La impactante Frauenkirche (Iglesia de las Mujeres) 

Esta Iglesia Protestante es, sin lugar a dudas, el símbolo de la ciudad. Fue construida entre 1726 y 1743 por Georg Bähr y totalmente destruida por el fuego en 1945. Durante años, sus restos fueron conservados por el gobierno de la RDA como un monumento de guerra; con la caída del muro de Berlín, se iniciaron las gestiones para su reconstrucción que comenzó en 1994 y, tras un largo proceso, fue reinaugurada en 2005. Su bella cúpula se alza sobre el cielo de Dresden cautivando a los turistas, quienes la fotografían de sus cuatro costados. 

Si bien la magnificencia de su fachada circular es realmente llamativa, al ingresar a la Frauenkirche uno queda sin palabras. La belleza de su interior blanco con detalles dorados, los frescos de su cúpula, el inmenso y delicado órgano y el precioso altar generan en uno una sensación simplemente indescriptible. Es un sitio que vale la pena recorrer, sea uno creyente o no.  


Visitar el elegante Palacio Zwinger 

Este edificio barroco recibe su nombre del muro exterior que rodeaba a las fortalezas (en alemán Zwinger o Ringmauer) en el pasado. Fue construido a principios del siglo XVIII por M.D. Pöppelmann, como invernáculo de naranjos a pedido de Augusto el Fuerte. En la actualidad, alberga una enorme y espectacular colección de porcelana de Meißen y de Asia Central y una interesante colección de pinturas del Renacimiento, el siglo XVI y XVII, entre las que destacan obras de Rembrandt, en su galería Alte Meister.  

Conocer la maravillosa Semperoper (Ópera de Dresde) 

La Ópera Semper es una de las más prestigiosas del mundo. Su acústica y belleza deslumbran fácilmente a quienes tienen el placer de recorrerla. El primer edificio se levantó en 1838, debiendo ser reconstruido entre 1871 y 1878 debido a un gran incendio. Tras la destrucción de 1945, se levantó nuevamente una construcción idéntica a la perdida. En su interior, llaman la atención las pinturas de paredes y techo, las majestuosas arañas y los preciosos detalles de estuco.  

Contemplar la belleza gótica de la Katholische Hofkirche 

Esta Catedral Católica fue construida por el arquitecto Gaetano Chiaveri entre 1738 y 1751. Como sucedió con gran parte de los monumentos de esta ciudad, fue gravemente dañada durante la guerra y debió ser reconstruida. Se trata de un edificio de gran tamaño, con tres naves y cuatro capillas. Su cúpula de 83 metros y medio posee una extraordinaria belleza. En su interior, destacan el órgano de Gottfried Silbermann, la cripta donde se encuentra el corazón de Augusto el Fuerte, un retablo de Mengs y el púlpito rococó de Permoser.  

Pasear por la calle principal o Hauptstraße 

Es la principal calle de la ciudad. Rodeada de árboles y pequeños cafés es una zona ideal para dar un largo paseo contemplando los escaparates de las numerosas tiendas y las fachadas de los exquisitos edificios barrocos que la pueblan.  

Tour por los palacios del río Elbe 

A lo largo del río Elbe se encuentran sobre pequeñas lomas algunos encantadores palacios del siglo XIX como el Albrechtsberg, Lingner y Eckberg. Contemplar esas increíbles mansiones y sus reflejos en el agua es un recorrido realmente satisfactorio. 

Recorrer el Residenzschloss, majestuosa residencia real El Palacio Real es uno de los edificios más antiguos de Dresden y, por este motivo, aúna varios estilos desde el románico hasta el barroco. En su interior se encuentra la Bóveda Verde (das Grüne Gewölbe) que alberga los tesoros de la monarquía sajona. 

Relajarse a orillas del río en la Terraza de Brühl (Brühlsche Terrasse) 

La Terraza de Brühl lleva ese nombre en honor al Conde Heinrich von Brühl quien mandó a construir un palacio en este lugar. En la actualidad es una plaza pública donde se puede pasear y tomar impresionantes fotografías; al encontrarse a orillas del río Elbe, es el lugar perfecto para subir a uno de los barcos a vapor y ver la ciudad desde otra perspectiva.  

De compras en el Altmarkt 

El Mercado Antiguo se ubica en la plaza más antigua de la ciudad, rodeado de edificios de estilo barroco, entre los que destaca el Palacio de la Cultura construido en 1969.  

Disfrutar al aire libre en el Großer Garten 

 Este parque, con su lago central y su trencito a batería eléctrica y vapor que lo recorre entero, es el sitio ideal para relajarse y pasar un día en familia. Pasear en un pequeño barco, patinar, andar en bicicleta o pasear por el zoológico son tan sólo algunas de las actividades que se pueden desarrollar aquí. 

Dresden es una ciudad cautivadora. Su belleza arquitectónica sumada a su conmovedora historia no dejan inmune a ninguna persona que la visita.

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