Hervás, una joya indispensable del turismo extremeño

En el valle de Ambroz, a los pies de la sierra de Béjar, se encuentra Hervás, villa de origen medieval emplazada al norte de la provincia de Cáceres. 
 
Hervás es uno de esos pueblos que, pese a sus más de 4.000 habitantes, mantiene la tranquilidad y el encanto de antaño, revelándose como un destino ideal para desconectar y olvidarse del stress.

Posee Hervás una de las juderías más bellas y mejor conservadas de Europa, y un entramado urbano ideal para callejear y perderse en un ambiente serrano y mágico. A su alrededor, el entorno natural de la sierra de Béjar y la proximidad del valle del Jerte hacen del municipio el lugar perfecto para iniciar un gran número de rutas que sorprenderán a cuantos las recorran.

Y no hay que olvidar que Hervás es lugar de paso, en la Vía de Plata, para los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela.

La historia de Hervás

Desde la antigüedad, Hervás ha sido transitado por un gran número de culturas y civilizaciones, como los fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, árabes o mozárabes, que dejaron a su paso su huella en esta localidad.

La fundación de Hervás se remonta a finales del siglo XII, bajo el mandato del rey Alfonso VIII. Fue en el siglo XV cuando se estableció en el municipio una comunidad hebrea que creó su propia estructura comercial, económica, cultural y religiosa, y que convivió en paz con los hervasenses hasta que en 1492 los Reyes Católicos promulgaron el decreto de expulsión de los judíos, quedando tan sólo catorce familias de las cuarenta que constituyeron la comunidad hebrea.

Hervás perteneció a la Corona de Castilla, a través del Señorío de doña Vilolante y del Ducado de Béjar, hasta 1833, cuando pasó a formar parte de la jurisdicción de Cáceres.

Qué ver en Hervás

Sin duda la Judería, el barrio judío de Hervás, es uno de lo principales puntos de interés de la villa. Fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1969, y pertenece a la Red de Juderías de España.

Se halla entre la Plaza y el río Ambroz, donde se encuentra el puente de la Fuente Chiquita. Está formada por un laborioso entramado de callejuelas empedradas rodeadas de viviendas con balconadas y grandes voladizos, construidas en madera de castaño y adobe. Aunque no se conserva la sinagoga, sí se pueden visitar la casa de la Cofradía, que cuenta en su interior con lagar y almazara, o el hospital de Beneficencia, en la calle del Vado, que fue administrado por judíos conversos.

Otros monumentos históricos que no deben dejar de visitarse en Hervás son el Convento de los Trinitarios (siglo XVII), la iglesia de Santa María (siglo XIV), el palacio de los Dávila (estilo barroco dieciochesco) o el Ayuntamiento (siglo XVI).

La gastronomía de Hervás

Las numerosas culturas que han marcado a la villa de Hervás han influido en la gastronomía de la zona, que junto a la cocina serrana ofrece numerosas posibilidades. Los toques de la cocina de los pastores y de los ganaderos se notan, sobre todo, en la cocina más casera.

Los productos más utilizados son de origen extremeño, como el cerdo ibérico, la ternera, el cordero, el aceite, el pimentón, el vino, los quesos y tortas, la cereza y la miel. Entre los platos típicos más tradicionales destacan la caldereta extremeña, la chanfaina, las migas extremeñas, las patatas en escabeche o los dulces artesanales de los conventos, como los pestiños, las perrunillas o los mantecados.

Dónde dormir en Hervás

La oferta de alojamiento en Hervás es ecléctica, apta para todos los bolsillos. Cuenta con hoteles de cuatro estrellas como la Hospedería Valle del Ambroz, y de tres estrellas, como la Sinagoga Hotel Spa o el Jardín del Convento, un edificio del siglo XIX situado en el casco histórico de Hervás.

Otras posibilidades para pernoctar son los apartamentos Rurales El Canchal de la Gallina; el hotel El Cabildo, en la Judería; los apartamentos turísticos La Iguana o el apartamento Rural La Judería, junto al puente romano.

Propuestas para disfrutar de Hervás

A la oferta monumental de Hervás se une su variado calendario cultural y festivo, destacando la fiesta de San Antón (17 de enero), la de Los Conversos (julio), que son unas jornadas que recrean la historia del Barrio Judío, o la feria de Hervás (agosto).

Para los amantes de las compras, en Hervás pueden adquirir excelentes muebles artesanales de madera de castaño o de cerezo, cestería elaborada con castaño u otros productos realizados en piel, cuero, forja, vidrio o corcho.

Para los apasionados de la naturaleza, desde Hervás su pueden realizar interesantes recorridos por el Monte Castañar Gallego, el paraje de San Andrés, el parque-Jardín histórico o el túnel de castaños de indias y pradera de chopos y fresnos, entre otros.

Y si se es aficionado al mundo del motor, Hervás cuenta con el apasionante Museo de la Moto y del Coche Clásico, situado en la carretera de la Garganta.

Gracias a Belén Valdehíta de Viajes para toda una vida por esta colaboración especial. ¡Espero que se repita! 

Imágenes: elprimerpaso