Si todavía no has elegido destino para disfrutar de las
vacaciones de Semana Santa, la localidad cordobesa de Montilla es una buena
opción. Tanto para los que busquen la pasión religiosa de esta festividad, como
para los que prefieran una opción menos espiritual, Montilla cuenta con una
completa y variada oferta turística.
Situada al sur de la provincia de Córdoba
(Andalucía), Montilla ofrece una excelente propuesta patrimonial, una variada y
deliciosa gastronomía, una singular artesanía y numerosas opciones de ocio y
entretenimiento. Por no hablar de sus magníficos vinos. La ciudad es famosa por
los vinos que llevan su nombre, elaborados con uva Pedro Ximénez. Junto con la
población de Moriles y otras localidades cordobesas forman la comarca
vitivinícola con Denominación de Origen Montilla-Moriles.
Un clima para viajar todo el año
Montilla cuenta con un agradable clima mediterráneo con
ciertos rasgos continentales. Ello se traduce en unas temperaturas que oscilan
entre los 27 grados centígrados de media en los meses de verano y los ocho de
grados de temperatura media en la estación invernal.
En general, Montilla disfruta de unos largos y cálidos
veranos, bastante secos, y de unos inviernos cortos. Las horas de sol llegan a
los 3.000 horas al año.
La Semana Santa en Montilla
Dentro del calendario festivo montillano destacan grandes
eventos, como la Feria Real en honor a San Francisco Solano (a mediados de
julio), las fiestas de La Cruz o de San Sebastián (a primeros de mayo), el Día
de La Aurora o la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles (septiembre),
declarada de Interés Turístico
Nacional.
Pero es su Semana Santa una de las festividades más
señaladas. Más de 10.000 montillanos trabajan a lo largo de todo el año para
preparar estos actos cargados de fervor religioso, tradición e historia.
Montilla se transforma para recordar la Pasión, la Muerte y la Resurrección de
Jesucristo. Por sus calles se realizan procesiones y se escenifican escenas de
las Sagradas Escrituras. Para ello cuentan con doce hermandades y 28 pasos, que
incluyen imágenes tan antiguas como la del Cristo de Zacatecas, traído a
Montilla desde México en el año 1576.
Además de los actos religiosos, también tienen lugar
diversos actos culturales, pregones, recitales de saetas o muestras
gastronómicas y artesanales.
Un paseo monumental por Montilla
Acompañando los pasos de Semana Santa por Montilla, o
simplemente paseando por sus calles, descubriremos el impresionante patrimonio
monumental de la ciudad. Destacar edificios como el Alhorí del antiguo castillo
de Montilla (siglos XVI-XVIII); el Ayuntamiento, emplazado en la antigua
iglesia del hospital de San Juan de Dios; la Casa del Inca Garcilaso de la Vega
(siglo XVI); la casa-museo de San Juan de Ávila (siglo XVI); el Palacio de los
duques de Medinaceli (siglo XVI); el Palacio del Conde de la Cortina o la Casa
de las Camachas.
Entre los numerosos edificios religiosos, mencionar el
Santuario San Juan de Ávila (siglo XVIII); la iglesia de San Sebastián (siglo
XVI); la iglesia de Santiago (del siglo XVI y restaurada en el XVIII); la iglesia
de San Francisco Solano (del siglo XVII y declarada Monumento Histórico
Artístico Nacional); el Convento de Santa Clara, igualmente considerado Monumento
Histórico Artístico Nacional (siglo XVI) o el Convento de Santa Ana (siglo XVI).
Comer y dormir en Montilla
La cercanía de Montilla tanto a las localidades de costa
como a las de interior ha facilitado la variedad y riqueza de su cocina.
Pescados de Málaga, carnes de las serranías y verduras de sus huertas son los
principales ingredientes en la gastronomía montillana, además de contar con sus
afamados vinos, perfectos tanto para beber como para cocinar.
Entre las recetas más típicas de Montilla se encuentran las
alcachofas a la montillana o los riñones al Montilla. También se incluyen en su
cocina recetas andaluzas como el salmorejo, el gazpacho blanco, el potaje de
garbanzos, el bacalao con naranja picada, el crispín (una croqueta alargada
rellena de merluza y patatas), los flamenquines (filetes enrollados de cerdo
con jamón serrano) o las carnes adobadas.
Para postre, dulces como las gachas de mosto, los
borrachuelos, los alfajores de almendra, las tortillas de Pascua, las flores,
los gajorros, los roscos, las gachas de los Santos o los pastelones de cabello
de ángel.
En cuanto al alojamiento, en Montilla encontraremos hoteles
como el Don
Gonzalo, con categoría de tres estrellas; el hotel Alfar, la Hacienda
La Vereda y el hotel Bellido, todos de dos estrellas, o el hotel Los
Felipes, de una estrella.
Para disfrutar de la Semana Santa, o para viajar en
cualquier otra época del año, Montilla cuenta con una variada y excelente
oferta turística que merece la pena conocer y vivir.
¡Gracias a Belén Valdehíta por este post invitado!
Imagen: Rafael Jiménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este comentario será moderado para evitar agresiones y vocabulario incorrecto.