Qué ver en Peñíscola, paraíso en Castellón

En plena Comunidad Valenciana, existe un lugar cuyo castillo compite en cantidad de visitas con la Alhambra. ¿Sabes cuál es?

Peñíscola es una ciudad pequeña y encantadora, tranquila, ideal para relajarse. Ubicada en la parte norte de la provincia de Castellón, puede ser el lugar perfecto para unas vacaciones de verano en familia o en pareja.

Playas, museos, fortalezas... Los atractivos de Peñíscola son más de los que te puedes imaginar. Además, la excelente oferta de hoteles en Peñíscola para todos los gustos, necesidades y bolsillos y su exquisita gastronomía, convierten a esta ciudad costera en un paraíso para los turistas.

El Castillo de Peñíscola

Sin duda, es el símbolo de la ciudad y visita ineludible para todos aquellos que tengan la suerte de viajar a Peñíscola. Declarado monumento histórico en 1931, el castillo se ubica en la zona más elevada del peñón a unos 64 metros sobre el nivel del mar.

Resulta muy curiosa la vista del castillo desde la playa. Imponente y altivo se alza contra el cielo... Realmente vale la pena tomarle varias fotografías desde esta perspectiva.

Construido por Los Templarios sobre restos de una antigua alcazaba árabe y reformado más tarde para transformarse en el palacio papal por orden de Benedicto XIII, el castillo es sobrio y elegante, con muros de piedra labrada.

¿Lo mejor? Puedes pasear por el Parque de Artillería que en la actualidad es un parque botánico. ¡Te encantará disfrutar del aire libre por sus jardínes de olivos, lavandas y palmeras!

Además, podrás tomar algunas fotografías inolvidables del casco antiguo de la ciudad y de la playa desde lo alto del castillo. Una recomendación: al salir del castillo, tomaros unos minutos para contemplar el faro de la ciudad (de1892), protagonista de la película Calabuch de Luis García Berlanga.

Qué ver en Peñíscola

Si bien el Castillo del Papa Luna es uno de los emblemas de la ciudad (por algo es la segunda atracción más visitada en España por detrás de la Alhambra), queda mucho por ver y conocer en la ciudad.

Muy recomendable es la visita la Iglesia de Nuestra Señora de la Ermitaña (1708-1714), el Ermitorio de la Mare de Déu de l'Ermitana, santuario donde está la patrona de la ciudad, el Museo de la Mar, ubicado sobre el Baluarte del Príncipe (una muralla medieval), donde podrás observar el patrimonio cultural marinero de Peñíscola (fondos arqueológicos y etnológicos, maquetas de naves, documentos gráficos, medios audiovisuales e incluso 3 acuarios con especies marinas mediterráneas), los manantiales que surgen en diversos puntos del peñón entre los que destaca la Font de dins y la Casa de las Conchas, una singular casa cubierta con conchas del mar.

Si te acercas a Peñíscola en septiembre, quizás puedas disfrutar de Les danses, una manisfestación folklórica que expresa la devoción por la Mare de Déu de l'Ermitana que se lleva a cabo los días 8 y 9 de septiembre en la Plaza de Armas.

Las playas de Peñíscola

Peñíscola tiene una gran cantidad de pequeñas playas, varias de ellas vírgenes. Entre ellas encontraréis las playas Norte y Sur (en plena ciudad), Basseta, Cala Argilaga, Torrenova (perfecta para un día en calma por su difícil acceso), Irta, Pebret y del Russo (ambas con dunas) y Cala Badum, entre otras.

Si te gustan las calas vírgenes, visita la playa de la Petxina con sus orillas repletas de conchas.

En Peñíscola podrás disfrutar de unas vacaciones inolvidables, relajadas y divertidas.

Imágenes: www.peñiscola.es, Luis Vinuesa, Elwe Elendit