viernes, 27 de abril de 2012

Viaje a Lisboa: qué ver en la capital de Portugal

Información básica sobre los puntos de interés de Lisboa para disfrutar de un paseo mágico. Vacaciones rodeadas de historia y modernidad.
 
Anclada junto al río Tajo, Lisboa es una ciudad atrapante, no sólo por su belleza sino también por la tranquila convivencia del pasado y la modernidad. Estrechas callejuelas y antiguos tranvías se entremezclan con grandes tiendas, elegantes edificios y suaves melodías interpretadas por artistas callejeros que otorgan a la capital portuguesa una personalidad única. 

Pasear por Lisboa implica volar en el tiempo hacia el pasado cuando se recorre el centro histórico y deslumbrarse con la majestuosidad de las nuevas construcciones. Sin lugar a dudas, es un lugar mágico lleno de contrastes capaces de encantar al turista.  

Recorriendo el barrio de La Baixa 

 El casco histórico es uno de los sitios más interesantes de la ciudad. Ineludible es la visita a la reconocida Plaza del Comercio, un bonito emplazamiento frente al río rodeado por edificios gubernamentales desde donde se puede apreciar el Arco Triunfal en todo su esplendor. A través del arco, se ingresa a la Rua Augusta. Antiguas construcciones con azulejos, bares, casas de souvenirs y grandes tiendas pueblan una de las peatonales más importantes de Lisboa. Al final de la calle, se encuentra la Plaza del Rossio, un lugar perfecto para disfrutar de una copa mientras se contempla el imponente Teatro Nacional.  


Visitar El Chiado, el Barrio Alto y La Alfama 

El Chiado y el Barrio Alto ofrecen gran variedad de pequeños restaurantes y locales de movida nocturna. “A Brasileira” es uno de los cafés tradicionales de la zona, lugar de encuentro de intelectuales a lo largo de los años. Ideal para disfrutar de un buen café o una rica caña en un ambiente antiguo e intimista. Quizás el barrio más pintoresco de la ciudad sea La Alfama. Sus angostas callejuelas entretejen una zona mágica. Sus casas descascaradas y sus empinadas calles empedradas recuerdan a las pequeñas callecitas de Nápoles. Sin lugar a dudas, vale la pena recorrerlo a pie o en tranvía. 

La Lisboa medieval: el Castillo San Jorge y la Catedral do Sé 

Justo sobre la colina más alta de la ciudad, se encuentra el Castillo San Jorge. Su emblemática figura recortada contra el cielo se asemeja a los típicos castillos de los cuentos de hadas: altas murallas, torres inalcanzables y algún que otro cañón asomando entre sus piedras. Esta fortaleza de origen árabe posee una vista privilegiada de la ciudad. Desde sus torres y miradores pueden tomarse algunas de las mejores fotografías aéreas de Lisboa, con sus casas de tejas rojizas contrastando con el blanco predominante de sus paredes, y el río de fondo. Sin embargo, para realizar una buena foto del castillo es recomendable subir al Elevador de Santa Justa en La Baixa. 

La fachada de la Catedral do Sé se asemeja a una fortaleza medieval. Por dentro es austera y elegante, dueña de una bella confluencia de los estilos gótico, barroco y neoclásico que durante años han ido aunándose con cada restauración. Una interesante joya arquitectónica digna de ser visitada.  

Turismo en Belém, suntuosidad a flor de piel 

En esta zona de Lisboa se ve plasmada la antigua grandeza de Portugal. La Plaza del Imperio, con sus cuidados jardines coronados por una inmensa fuente, escoltan la majestuosidad del Monasterio de los Jerónimos, construido en el siglo XVI. El pórtico es una verdadera obra de arte, al igual que las ornamentaciones de arte manuelino que decoran el interior. Cerca de allí, se alzan la famosa Torre de Belém, construida en el siglo XVI, y el Monumento a los Descubrimientos, realizado en 1960 en memoria de Enrique el Navegante.  

La modernidad de la capital portuguesa: El Parque de las Naciones 

Grandes edificios de líneas modernas, hoteles y casinos han poblado la zona utilizada en 1998 para la Expo Lisboa. El Parque de las Naciones mantiene aún sus construcciones emblemáticas como el Oceanario y el Pabellón de Portugal, pero quizás su mayor atractivo sea hoy en día ser el barrio más vanguardista de Lisboa. La panorámica de esta parte de la ciudad, con sus construcciones vidriadas, la Torre Vasco da Gama y el puente de mismo nombre, contrasta notablemente con la imagen de la Lisboa antigua. Una mirada diferente de una ciudad que sorprende. 

Lisboa deslumbrará al turista con su mezcla de estilos. Un destino para todos los gustos, para maravillarse perdiéndose por sus intrincados callejones y descubrir así la esencia de la cultura portuguesa.

Imagen: jdiego_gr

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