En la turolense comarca de Matarraña, en Aragón, se
encuentra el precioso municipio de Calaceite. Su excepcional patrimonio
monumental e histórico han convertido este pueblo en la capital de la bella comarca.
Calaceite se encuentra a una altura de 511 metros sobre el
nivel del mar, y se construyó en torno al antiguo castillo de la localidad,
actualmente desaparecido.
La estructura urbana de Calaceite está dividida en dos
núcleos, la Torreta y el Castell, donde abundan las casas solariegas. Fue
durante los siglos XVIII y principios del XIX cuando la actividad inmobiliaria
alcanzó su punto álgido, gracias a la prosperidad que llegó al municipio a
través del cultivo del olivo, siendo la población con mayor producción de
aceite de la zona.
Una escapada ideal para primavera
El clima de Calaceite es del tipo mediterráneo
continentalizado, lo que le proporciona unos inviernos fríos y unos veranos
calurosos. Las precipitaciones de la localidad son bastante irregulares,
alternado temporadas de lluvia con prolongados periodos de sequía.
La temperatura media anual oscila es de 12 grados
centígrados, mientras que en los meses de invierno la media es de entre 3 y 6
grados. Por su parte, la media en verano es de 27 grados.
Aunque cualquier época es buena para visitar Calaceite, la
primavera es una época muy recomendable, ya que se puede disfrutar de toda
fascinante la naturaleza que lo rodea en su periodo más exuberante.
Qué ver en Calaceite
Calaceite posee un maravilloso
patrimonio histórico y monumental que fue declarado en 1973 “Bien de
Interés Cultural”. El paseo cultural puede iniciarse en la Plaza Mayor del
municipio, donde se encuentra el ayuntamiento con soportales de estilo
renacentista. En torno a ella, las calles Mayor, Mella o Roquetas ofrecen una
atractiva propuesta de edificios barrocos. Destacar también la Font de la Vila,
cuyo origen se sitúa entre el siglo XII y XIV. Se trata de una fuente de estilo
gótico que en 1602 se reconstruyó formando el actual conjunto renacentista de
fuente, abrevadero y lavaderos.
Dentro de la arquitectura religiosa llama la atención de manera especial la
iglesia parroquial de La Asunción (siglos XVII al XVIII), una impresionante obra
barroca de tres naves y fachada monumental. En este capítulo señalar también la
ermita de San Roque (siglo XVII), la ermita de Nuestra Señora del Pilar (siglo
XVIII) y la Capilla de San Antonio de Papua (siglo XVIII).
Otro gran atractivo de Calaceite es su patrimonio arqueológico, ya que en el
término municipal se encuentra el yacimiento íbero de San Antonio, en el que se
han hallado diversas piezas arqueológicas correspondientes al siglo V antes de
Cristo.
Parada y fonda en Calaceite
La cocina de Calaceite está basada en la gastronomía de la
Comarca del Matarraña, estrechamente vinculada a los productos de la huerta que
se dan en esta zona, principales protagonistas de la cocina calaceitana. Buena
muestra de ello es el típico plato de la hortera, un guiso realizado a base de
verduras frescas al que también se le añaden caracoles.
Otros productos esenciales en la cocina de la localidad son
el aceite producido en las almazaras de la zona y la caza, con recetas tan
exquisitas como el conejo al salmorejo o los tordos con olivas.
La gastronomía de Calaceite se completa con ingredientes
como los tomates secos, los productos derivados del cerdo y la matanza
tradicional, las sardinas y el bacalao. Y para postre no hay que dejar de
probar las tortas de alma o las casquetas de las cercanas localidades de Beceite
y Valderrobres.
Respecto a la propuesta de alojamiento, Calaceite cuenta con
hoteles como el Cresol (cuatro estrellas), el DomusSelecta Hotel Del Sitjar (tres estrellas) y los Apartamentos Turísticos
Maribel (una estrella).
La oferta turística de Calaceite
El viajero que llegue a Calaceite se verá gratamente
sorprendido con su fantástico patrimonio, que podrá descubrir recorriendo sus
cuidadas calles. Pero la villa también posee un interesante patrimonio
museístico, que tiene su mayor exponente en el Museo Joan Cabré, creado para difundir
la figura del ilustre arqueólogo Joan Cabré (1882-1947).
A las propuestas turísticas de
Calaceite hay que añadir su privilegiado patrimonio natural, ya que el
pueblo está rodeado de preciosas montañas y envidiables parajes naturales.
La oferta se completa con el calendario festivo, que cuenta
con eventos como la festividad de San Antonio (17 de enero); el Carnaval, que cuenta
con pasacalles y baile de disfraces; las Fiestas de Primavera, que se celebran
con una romería hasta la ermita de Santa Ana, una fiesta en honor a San Isidro
Labrador y los festejos por Santa Espina, que incluyen la procesión más antigua
de la localidad, que se adorna con alfombras florales y pequeños altares; San
Cristóbal (fin de semana más cercano al 10 de julio), con su sardinada popular
en la ermita del santo; la Fiesta Mayor o fiestas de agosto (15 de agosto), o
la Romería a la ermita de San Antonio Abad, que se encuentra en el poblado
íbero (1 de mayo).
¡Gracias a Belén Valdehíta del blog Viajes para toda una vida por este post!
¡Gracias a Belén Valdehíta del blog Viajes para toda una vida por este post!
Imagen: José Luis Mieza Photography
Aunque el otoño también es una buena época para recorrer el Matarraña... ¿Por qué esperar si la primavera, especialmente este año, va a hacer que luzca como nunca? Calaceite es uno de los grandes secretos de una región fronteriza donde la cultura, el paisaje, la buena mesa y la afabilidad de los vecinos cautivan hasta al más pintado. ¡Buenísima sugerencia!
ResponderEliminarPues sí... tienes razón, siempre es buena época para recorrer el Matarraña. Me alegro de que te haya gustado el post.
EliminarUn saludo!