miércoles, 18 de enero de 2012

Guadalupe, una población en torno a una Virgen

La localidad de Guadalupe, en Cáceres (Extremadura), se halla emplazada al sureste de la provincia, y es especialmente reconocida por albergar el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, todo un símbolo de la comunidad extremeña.

Cuenta una antigua leyenda que la imagen de la Virgen de Guadalupe, tras recorrer mucho mundo, acabó siendo escondida junto al río Guadalupe por unos monjes que huían de la invasión musulmana. Allí permaneció hasta que se le apareció a un pastor cacereño. Tras este milagro se construyó una ermita, y en torno a ella creció el municipio. 



En la actualidad, Guadalupe es una población que ofrece multitud de atractivos, de hecho su casco antiguo está catalogado como Monumento Histórico-Artístico desde el año 1943, y el Monasterio es lugar de peregrinaje de muchos devotos de todo el mundo.

El Real Monasterio de Guadalupe


El mayor patrimonio que atesora Guadalupe es el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Fue mandado construir en el siglo XIV por el rey Alfonso XI de Castilla, en agradecimiento a la Virgen por la victoria que obtuvo en la batalla del Salado, en el año 1340.

Desde su fundación, el Monasterio se ha convertido en uno de los principales centros de peregrinación de la península, y ha sido escenario de trascendentales acontecimientos, como la audiencia que concedieron los Reyes Católicos a Cristóbal Colón para otorgarle las carabelas que le llevarían a descubrir América.

Está considerado Monumento Histórico-Artístico desde 1929 y Patrimonio de la Humanidad desde 1993, y constituye uno de los santuarios más importantes de España.

Tras su impresionante fachada, con unas impactantes puertas de bronce, se accede al interior. Dentro destacan dos claustros, uno de ellos gótico y otro de estilo mudéjar, y en este último se encuentra un templete de transición del gótico al mudéjar.

Es imprescindible visitar la sacristía del monasterio, donde se exponen once lienzos del pintor Francisco de Zurbarán. Por su parte, el camarín de la Virgen, realizado por Lucas Jordán, guarda la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de Extremadura y todo un símbolo en gran parte del mundo hispano.

Pero Guadalupe cuenta con otros muchos más tesoros, como el Colegio de Infantes (actual Parador Nacional), la Iglesia Nueva (siglo XVIII), el conjunto de hospitales (siglos XIV al XVI), la Judería o la Granja de Mirabel, donde en el siglo XV se desplazaban los Reyes Católicos para descansar.

Comer y dormir en Guadalupe

La austeridad que caracteriza a la gastronomía guadalupense no impide que sus platos sean realmente exquisitos. Gracias a los productos del campo, a la caza de la zona y la cocina tradicional de los conventos pueden disfrutarse platos sencillos y deliciosos como las migas, el ajoblano o las carnes guisadas, el típico bacalao monacal o los platos con setas y hongos de la tierra.

Los dulces elaborados por las monjas resultan realmente celestiales gracias a ingredientes como los frutos que se dan en la Comarca de Las Villuercas, la miel, las almendras, las castañas, los higos o los limones de huerto. 

Y para acompañar, vinos con Denominación de Origen Ribera del Guadiana, además de otros buenos vinos de pitarra y los aguardientes caseros.

En cuanto a alojamiento, Guadalupe dispone de un Parador Nacional de cuatro estrellas, el Zurbarán. También cuenta con la Posada Rural del Rincón (una estrella), la Hospedería Real Monasterio y el Hotel Alba Taruta (dos estrellas) y los hostales Cerezo II, Lujuan, Taruta, Alfonso XI, Hispanidad o Isabel Guadalupe.

Más datos imprescindibles para conocer Guadalupe


Nada más llegar a Guadalupe, el viajero podrá contemplar y disfrutar, en la zona llamada La Puebla, de sus hermosas callejuelas empedradas, con balcones de hierro y madera, o de los increíbles edificios entramados y las numerosas plazas que nos trasladan a tiempos pasados, como la Plaza Mayor, la de los Tres Chorros, la del Alamillo, la de La Pasión o la Plazuela Sevilla.

Los adictos a las compras encontrarán en el casco antiguo un buen número de tiendas de artesanía (orfebrería, calderería, bordados, encajes, cerámica o cestería), regalos y recuerdos, además de locales de venta de embutidos, repostería y otros alimentos típicos de la zona.

Para descubrir el Guadalupe más popular y animado, sus fiestas más destacadas son la Patronal en honor de Santa María de Guadalupe, que se celebra el 8 de septiembre; la romería de San Blas, que tiene lugar el 3 de febrero en la ermita del santo, la Semana Santa y la Fiesta de la Hispanidad (12 de octubre).

Y lo más importante, la villa serrana de Guadalupe acoge siempre de muy buen grado a todos aquellos que se acercan a visitarla.

Gracias a Belén Valdehíta de Viajes para toda una vida por esta colaboración especial. ¡Espero que se repita! 

Imagen: fusky

3 comentarios:

  1. He leído con interés el artículo y me gustaría hacer algunas precisiones:

    Olvidaron la célebre morcilla de la Puebla, tal vez lo más típico del lugar.

    La Puebla no es una zona de Guadalupe, como un barrio, es todo el pueblo, conocido como Puebla y Villa de Guadalupe.

    No hay monjas en Guadalupe, sólo frailes franciscanos (que no elaboran dulces). Estos son elaborados por los buenos reposteros del lugar.

    Un saludo.

    Víctor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando se habla de las monjas que elaboran dulces, no se refiere al monasterio, si no a los dulces de la comarca, y no hay monjas en el monasterio, pero sí en otras instituciones.

      En su origen, cuando se fundó el monasterio, entonces ermita, Guadalupe era La Puebla de Guadalupe.

      Eliminar
  2. ¡Gracias Victor por las precisiones!
    Un saludo y espero verte seguido por este blog...

    ResponderEliminar

Este comentario será moderado para evitar agresiones y vocabulario incorrecto.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...