Hotel Mirador & Spa de Ulzama

El otro día hice una mini escapada en familia al Hotel Mirador y Spa de Ulzama. Fui con cierto temor, por así decirlo, debido a las variadas críticas que leí online.

Por eso me decidí a hacer este post: para contarte mi experiencia como pareja joven con un bebé.

El lugar

El lugar es encantador, en medio de las montañas. Si os toca buen tiempo, tomaréis unas fotografías panorámicas impresionantes.

El camino hasta el hotel es un paseo precioso, al menos desde Pamplona (está a unos 18km). Ovejitas y vacas le dan un aire bien rural.

Eso sí, llegar al hotel no es sencillo. ¿Mi recomendación? Poned las coordenadas en el GPS.

El Hotel Mirador & Spa de Ulzama en general

Es un edificio de tres pisos: en el primer piso están las habitaciones, debajo el restaurant y el mirador y en el -1, el spa. De esta manera, aprovechan el terreno de manera natural al estar sobre una colina.

Al contrario de lo que había leído, no vi que estuviese descuidado. Para nada, me pareció un bonito hotel, cálido y acogedor. Con grandes ventanas para apreciar el panorama. Ese es un punto a favor: las 27 habitaciones tienen una vista de lujo.

El aparcamiento

Apenas llegáis, frente a la puerta de recepción, está el aparcamiento. Al aire libre (no muy cómodo si llueve y tenéis un bebé como yo) y pequeño, eso no es problema a menos que haya una convención y no encontréis espacio. En ese caso, ni idea dónde podréis aparcar.

La atención

Muy buena, la gente fue muy amable y simpática. No molestamos demasiado, así que tampoco puedo daros grandes detalles. Pero cuando pedimos usar el sauna o preguntamos por el room service fueron muy serviciales.

Las habitaciones

Espaciosas... La nuestra era una habitación normal, ni suite ni nada por el estilo y teníamos una cama enorme, un escritorio con tele y dos silloncitos y la cuna entraba perfecto. Esa es una buena noticia para quienes viajéis con bebés: la cuna es gratis.

Son cómodas, con un gran ventanal que daba sobre el parque y con las montañas de fondo. 

El spa

Nos gustó mucho. Hemos ido a spas con mayor oferta pero está muy bien: una piscina con cascadas y chorros, dos tumbonas de agua con chorros, un sauna y un baño turco. Eso sí, es pequeño. Si van un día de semana como nosotros seguramente no tengan problemas, pero los fines de semana debe ser complicado. Hay sólo 4 tumbonas mirando hacia el ventanal... Si hay más de dos parejas, ¡difícil!

Lo bueno para algunos (como para mí) y lo malo para otros: los niños pueden entrar acompañados de un adulto. Si los peques se portan bien, una delicia, sino... ¡lejos de relajaros os volveréis locos! 

Los masajes

Muy buenos. Eran 25 minutos cada uno y la verdad, parecieron más. Nos hicieron espalda, piernas, cuello y un poco de cabeza. Un lujo...

Cabe destacar que es necesario reservar horario y estos 25 minutos incluidos se pueden extender pagando la diferencia.

El desayuno

Para nosotros estuvo fenomenal: pan y pan lactal, embutidos, mermeladas varias, croissants, bizcochos, cereales, leche, yogur, café, té e infusiones, zumos varios y frutas.

Eso sí, tened en cuenta que delante del buffet hay tan sólo 4 mesas...

El restaurante y el servicio a la habitación

Del restaurante poco puedo decir porque lo vi de pasada, con el peque no pudimos bajar a cenar. Pedimos servicio de habitación y la verdad, no nos gustó nada.

Mi marido comió lomo con ensalada y patatas fritas y yo, merluza con el mismo acompañamiento. De postre, frutas varias.

El lomo estaba soso, la merluza parecía hervida y no tenía sal. Y el postre, de variado nada: dos kiwis y una manzana. No era lo que esperábamos.

El precio

La noche de alojamiento con acceso al spa desde las 14hs y hasta las 12hs del día siguiente, con desayuno  y 25 minutos de masajes para cada uno incluido, estaba 160€. Nos pareció bien, teniendo en cuenta que aprovechamos los dos días el spa.

¿Vosotros conocéis el Hotel Mirados & Spa de Ulzama? ¿Qué os ha parecido?