Ruta por algunas de las ciudades más bonitas de este estado
norteamericano: glaciares, montañas, lagos, vida salvaje y turismo
aventura.
La lejana Alaska es un paraíso casi virgen. Enormes glaciares, lagos y
bosques decoran la tierra de los osos pardos y polares, ballenas y
alces.
Sin lugar a dudas, es un destino cautivante, lleno de colores y magia.
El verano es la época ideal para visitarlo, no sólo por la agradable
temperatura, sino también para disfrutar de los días más largos jamás
vividos. El fenómeno “Sol de Medianoche”
otorga en algunos lugares como en Anchorage casi 19 horas de luz solar.
Un verdadero regalo para aprovechar totalmente las vacaciones.
Turismo cultural y de aventura en Anchorage
Anchorage es la ciudad
más grande de Alaska. Su encanto radica en la increíble combinación de
vida cultural y nocturna con maravillosos paisajes y vida salvaje. No es
extraño cruzar a algún alce recorriendo sus calles, una situación que
seguramente deleitará a más de un visitante.
El Native Heritage Center es uno de los sitios más interesantes de la
ciudad. Allí, los turistas pueden observar a los artistas de las
distintas tribus practicar sus artes milenarias como la talla de marfil y
disfrutar también de interpretaciones de canciones y bailes nativos.
De
ser posible, es recomendable visitar el mercado que se realiza los
fines de semana en el centro de Anchorage para degustar platos típicos y
ver arte local.
En el Chugach State Park se puede contemplar a los animales en su
hábitat natural y los amantes del deporte pueden realizar kayak, windsurf o rafting, escalar la montaña Flattop, pescar o visitar alguno de los glaciares. Cerca de la frontera, al sudeste de este parque, la Glacier Bay
deleita a quienes la visitan con sus inmensos glaciares de montaña
cuyas partes caen en el mar produciendo una música natural inolvidable.
Glaciares, pesca y fauna marina en la península de Kenai
Kenai, ubicada al sur de Anchorage, posee una indescriptible panorámica
de la cordillera de Alaska, donde destacan tres volcanes activos que le
otorgan dramatismo a la imagen. Los acantilados y glaciares se recortan
contra el cielo formando toda clase de figuras. Sin lugar a dudas, es un
lugar fascinante para tomar fotografías.
La península es conocida como el paraíso de la pesca del salmón, pero
también como centro de observación de ballenas. Los más intrépidos
pueden aprovechar el viaje para recorrer Cook Inlet con un guía y
avistar osos.
Quienes tengan la oportunidad, pueden comprar billetes para partir desde
Seward en un mini crucero hacia los glaciares del Parque Nacional Kenai Fjords
y disfrutar así de un imponente show interpretado por ballenas
jorobadas, orcas y leones marinos, entre otras especies.
El Glaciar Exit, al norte de la ciudad, es el único al que puede
accederse a pie y permite observar claramente las marcas que ha dejado
en su retroceso.
Visita al Parque Natural Denali
Al norte de Anchorage, se encuentra uno de los parques más importantes del estado: el Denali National Park.
Una buena opción para llegar allí es viajar en el Wilderness Express,
un tren con techo de cristal que evita perderse un segundo de la belleza
de Alaska.
Dentro del parque se puede realizar una visita guiada para conocer su
fauna e historia, pescar, escalar el famoso Monte McKinley (la cumbre
más alta de América del Norte) o simplemente contemplar la vida salvaje.
Otras divertidas e inolvidables experiencias son pasear en un trineo
tirado por perros, una actividad perfecta para sentirse realmente en
Alaska, y sobrevolar el parque para ver las montañas y los bosques desde
el cielo.
Tour por Fairbanks y el Círculo Polar
“Corazón de Oro” es el nombre coloquial que recibe Fairbanks, debido a
la fiebre de oro que produjo la aparición de cientos de operaciones
mineras en la zona. Hoy en día, éstas son un excelente paseo para los
visitantes de todo el mundo que deseen probar suerte y ver si consiguen
llevarse a casa su propia “pepita” de oro.
La belleza natural de Alaska continuará dejando sin aliento a los
turistas en esta región. Quizás lo más sorprendente sea ver a veces al
anochecer el cielo pintado con fuertes colores verdes. Fairbanks es,
junto con el Círculo Polar, uno de los mejores sitios para disfrutar de
la deslumbrante aurora boreal.
Desde Fairbanks parten tours guiados hacia el Círculo Ártico,
que permiten conocer el famoso Trans Alaska Pipeline (el conducto de
transporte de crudo desde Prudhoe Bay hasta Valdez), el río Yukon y
algunos pueblos de la región.
Belleza, naturaleza y aventura se encuentran al alcance de la mano en
Alaska. Turismo diferente para un viaje placentero y lleno de sorpresas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este comentario será moderado para evitar agresiones y vocabulario incorrecto.