¿Qué ver en esta ciudad italiana? Itinerario para ver sus lugares de
interés y vivir unas vacaciones únicas, rodeado de palacios y respirando
el espíritu napolitano.
Nápoles, también llamada Napoli en italiano y Napule en el dialecto napolitano, es la ciudad más poblada del sur de Italia. Con cerca de tres millones de habitantes, es “una de las ciudades más densamente pobladas de la Unión Europea”, según lo declara su propio ayuntamiento.
Sin embargo, la extraordinaria belleza de Nápoles no radica en los
números que estamos citando sino en su ubicación privilegiada en el
golfo homónimo (justo entre el Vesubio y los Montes Flegreos) y en su
rico patrimonio cultural, que la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad.
Volar a Italia para "vedere Napoli e dopo morire"
Todavía recuerdo mi visita a Nápoles... Me sentí sumergida en las viejas películas de la época de
oro del cine italiano que tanto me gustan. Con aquellas calles estrechas (mucho más angostas
que en Roma), las puertas abiertas de par en par y la “famiglia”
sentada a la mesa, compartiendo la pasta, las sogas colgando de balcón a
balcón y la ropa tendida, la magia de esta ciudad invade el corazón de
los visitantes.
Deslumbra la cantidad de castillos, palacios, museos e iglesias que se
encuentran a lo largo y ancho de la ciudad. Sumado a la increíble vista
del Vesubio
desde la costa napolitana y al color increíblemente turquesa del mar,
se podría decir que Nápoles es una ciudad completa, donde la riqueza
cultural se ve acompañada de la belleza natural.
Visitar los castillos y palacios de Nápoles
Quizás una de las cosas que más me sorprendió fue la belleza de su mar, en contraste con sus castillos y construcciones costeras. No es que estos edificios sean feos, muy por el contrario, pero sí son más ben grises y realzan así el azul profundo del mar.
Uno de los castillos imperdibles es el famoso Castel dell'Ovo. Cuenta la leyenda que Virgilio escondió un huevo en este castillo afirmando que el mismo sostendría la
construcción y que de llegar a romperse, la misma se derrumbaría y las
penas inundarían la ciudad. Es una magnífica fortaleza flotante, que se
funde con el inconmensurable atractivo del golfo.
Otro emblema es el Castel Nuovo, cuyo verdadero nombre es Castel Maschio Angioino, pero se lo conoce como “castillo nuevo”. Fue construido en 1279 como residencia real, y debido a su ubicación estratégica, también como fortaleza. Durante el reinado de Robert D’Anjou, se convirtió en centro cultural y albergó a médico, escritores y artistas, entre los que se destacaron Giotto, Petrarca y Boccaccio. Actualmente, es la sede del Museo Cívico.
Otro emblema es el Castel Nuovo, cuyo verdadero nombre es Castel Maschio Angioino, pero se lo conoce como “castillo nuevo”. Fue construido en 1279 como residencia real, y debido a su ubicación estratégica, también como fortaleza. Durante el reinado de Robert D’Anjou, se convirtió en centro cultural y albergó a médico, escritores y artistas, entre los que se destacaron Giotto, Petrarca y Boccaccio. Actualmente, es la sede del Museo Cívico.
En la cima de una colina, dominando las vistas sobre Nápoles, se asienta el Castel Sant'Elmo. Sin dudas, el lugar perfecto para disfrutar de la ciudad con una hermosa vista aérea y tomar fotos que quitan la respiración (si el día es limpio y sin niebla, claro).
El Palacio Real, ubicado en la Plaza Plebiscito, frente al Teatro San Carlo y la Iglesia
San Francisco de Paula, también merece una visita aunque más no sea de pasada. Este edificio comenzó a construirse en 1603 con motivo de la
posible visita del Rey Felipe II (que luego no se concretó).
Posteriormente, se le realizaron modernizaciones para ajustarlo a un
estilo más barroco. La Biblioteca funciona hoy en día en sus
instalaciones.
¿Qué ver en Nápoles? - Las bellas Iglesias napolitanas
Nápoles es una ciudad repleta de iglesias. La cantidad abruma (se dice
que son más de 400) y el encanto de cada una de ellas también. De todas,
las más representativas son:
- Duomo di San Gennaro: la catedral napolitana, dedicada al patrono de la ciudad, reúne en su arquitectura los estilos gótico, neogótico de la época del Purismo italiano y barroco.
- Chiesa del Gesù Nuovo: ubicada en la zona denominada Spaccanapoli, en la plaza del mismo nombre (donde se erige la aguja de la Inmaculada), fue construida sobre el antiguo Palacio Sanseverino.
- Chiesa di San Domenico Maggiore: en su interior se guarda una antigua tabla sobre la teología escrita por Santo Tomás de Aquino.
- Chiesa di San Francisco di Padua: frente al Palacio Real, es una iglesia neogótica de enorme gracia.
- Basílica di Santa Maria del Carmine Maggiore: cuenta la leyenda que durante la revuelta de Masaniello (1647), un misil entró en la Iglesia, directo hacia el Cristo pero Jesús lo desvió, dañando éste sólo su corona de espinas.
Turismo por Napoli, un recorrido por su esencia
La conocida Galería Umberto I bien vale una visita. Repleta de tiendas y restaurantes, lo que realmente llama la atención de este sitio es su construcción abovedada diseñada en vidrio para dejar ingresar la luz.
Si hay algo que no puede olvidarse en Nápoles es su cercanía con Pompeya. Quizás por ello su Museo Arqueológico Nacional es uno de los museos de arqueología clásica más importante de Europa, dueño de una importante colección de restos de las ciudades sepultadas por el Vesubio en el 79 d.C.
Uno de los lugares que más me gustó fue el Puerto, lugar esencial de Nápoles. Sus barcos atracados sobre el mar turquesa conforman una imagen difícil de olvidar.
Otra recomendación: para los amantes de la literatura, en el Parque Virgiliano encontrarán las tumbas de Virgilio y Giacomo Leopardi.
Por último, pero no por ello menos importante, los amantes del fútbol no pueden dejar de visitar el Estadio del Napoli.
Nápoles
es una ciudad deslumbrante, dueña de una gran belleza natural y un
extraño encanto otorgado por sus casas a medio conservar. Un lugar ideal
para pasar unas vacaciones distintas en Italia.
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